Viajar sola es algo que nunca había experimentado. Siempre lo hice con alguien o tenía quién me recibiera en destino pero esta vez cumplí con ese deseo de larga data; esas ganas de pasar unos días conmigo misma, de no tener itinerarios y de disfrutar del silencio. Antes de decidirme por Santiago de Chile pensé en mil destinos pero todos parecían mejores en compañía de Diego y por ello opté por cruzar la Cordillera. Chile nos queda cerca, ambos lo conocemos y yo soy local allí: la escapada perfecta. Me fui el miércoles 3 de agosto y el domingo 7 por la tarde ya estaba de vuelta en los brazos del dueño de mi corazón; esos brazos que son más hogar que cualquier metro cuadrado.
¿Y qué hice durante casi 5 días sola? Caminé, fui a dos shoppings, vi una película en el cine rodeada de adolescentes ("Suicide Squad", no me gustó), me acosté temprano, dormí mejor que nunca, recorrí el Parque Araucano (por suerte los días tuvieron clima perfecto) y me desenchufé lo más que pude. Ya para el último día quería estar de vuelta en casa: extrañaba a Diego, a Mini y a mi rutina; pero el poder poner en pausa el ritmo cotidiano es algo que recomiendo ya que vale la pena compartir tiempo con nuestros pensamientos, sin prisa y sin compromisos.
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Aunque este viaje no fue pensado para desatar mi pasión por las compras, claramente es algo que no pude evitar. Tanto tiempo libre con los shoppings a mi entera disposición... ¿podía ignorar eso? Dos veces estuve en el Costanera Center y una en el Parque Arauco. El primero quedaba a tres cuadras de mi hotel así que lo usé para recorrer tiendas, almorzar y hasta para hacerme las manos. Al segundo llegué en subte, previo paso por el Parque Araucano (un pulmón verde XL en el medio de la ciudad) y con almuerzo de sushi con Pisco Sour porque yo lo valgo ;)
Haciendo un repaso por las tiendas que visité vuelvo a afirmar que el local de H&M no merece que le dediquemos demasiado tiempo. Además de que estalla de gente, las prendas son de mala calidad y tampoco brillan por su originalidad. Los precios son convenientes, de eso no hay dudas, pero considero que es mejor invertir el dinero en otras marcas con mejor oferta. Zara es un buen ejemplo de ello y también mi perdición: la variedad es sublime y muchas de las prendas son las que se venden en Europa que acá no llegan (vi pantalones y camisas que en abril conocí en los percheros de Madrid).
Otra marca que conviene visitar es
Mango. Sus jeans no tienen desperdicio: son cómodos, cancheros y están a buen precio. Los conocí en Bogotá y no los cambio por nada. Hablando de recomendados, en
Ripley (
una de las tres tiendas departamentales más grandes de Santiago) la propuesta de
Cacharel y
Trucco me encantó. Ambas marcas ofrecen prendas femeninas, de géneros nobles e ideales para el día a día laboral.
Fuera del rubro indumentaria es obligatorio que se den una vuelta por Jumbo ya que dan ganas de traerse todo. Tanto los productos importados como los locales superan con creces a lo que solemos ver por acá. Destaco la variedad de sabores en yogurts y jugos, las marcas de té, los fiambres, las bebidas en general y hasta los snacks (yuca, platano frito, almendras ahumadas... una fiesta).
Hablemos de precios y ropa. Si bien Zara y Mango manejan precios internacionales promedio, todo termina siendo un poco más barato que acá. Compré dos jeans, cada uno a 39990 pesos chilenos lo que equivale a menos de $900 argentinos. En Zara compré 4 pantalones de vestir: tres estampados y uno negro clásico con un precio promedio de $550. También me regalé un par de zapatos cuyo precio no alcanzaba los $450 (y eran de la nueva temporada).
Las cajas de té Twinings que acá se venden a $130 allá las conseguí a $45. Son detalles pero en la suma final representan una gran diferencia y si a eso le agregamos que la variedad supera con creces a lo que vemos en casa, entonces la escapada de compras es un gran acierto.
Algunas fotos ilustrando mis nuevas adquisiciones:
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Pantalón de Zara |
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Pantuflas de Falabella a $135 |
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Camisa de Zara y el infaltable Pisco |
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Camisa de Mango a $550 |
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Té ♥ |
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Jean de Mango |
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Otro pantalón de Zara |
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Jersey de Trucco a $830. Es lo más caro que compré pero me encantó y era de la nueva temporada. |
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Zapatos de Zara |
También traje vinos, aros, artículos de decoración de CasaIdeas (cortina de baño, camino para la mesa, cubiertos de copetin, etc), golosinas y en el Free Shop de Argentina me compré tres perfumes (dos de ellos a mitad de precio). No fue una locura de compras porque pensé cada cosa desde dos lugares: si realmente lo necesitaba o si estaba enamorada. Teniendo en cuenta la primer consigna, todo lo que vi en H&M era más de lo mismo en mi placard así que preferí derivar el gasto hacia otras cosas.
En diciembre voy de nuevo y esta vez junto a Diego. Planeo conocer otros lugares ya que si bien era mi plan en este viaje, me di cuenta que estando sola es más divertido dormir hasta tarde y perder horas en el shopping sin que nadie se aburra.
¿Alguna de ustedes estuvo en Santiago o piensa ir?
Las leo durante este día soleado ☼