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Zapatos que nos trae la primavera

Mishka SS1617

No puedo con mi genio: quiero más zapatos. Mientras buscaba las fotos para este post estuve asiiiii de darle click a la compra de un par de abotinados con los que sueño hace rato pero lo pensé dos veces y no lo hice. ¿Y por qué no? Bueno, primero y principal, no los necesito y me falta lugar para guardarlos; mi culpabilidad es aún mayor al confesar que muchas veces olvido qué tengo así que, al menos por ahora, no debería seguir comprando. Ni hoy ni mañana... ¿quizás la próxima semana?

Hace unas semanas estuvimos conversando acá acerca de las tendencias y ese constante "lo tenés que tener" que casi nos obliga a consumir para poder estar a la moda y pertenecer vaya a saber a qué. Más allá de que mantengo mi opinión al respecto, no puedo negar que muchas veces cada temporada nos brinda nuevos objetos de deseo y dejarse tentar por ellos es un permitido que todas nos debemos. Con mirar nada se pierde y si de la ñata contra el vidrio pasamos a la compra, entonces celebro eso: la auto-gratificación es el mejor regalo que nos podemos hacer ♥

A partir de la seducción que los zapatos ejercen en mí, reuní varias imágenes de los modelos más interesantes que he visto para la primavera que se asoma. ¿Gustarán ustedes también de ellos?

Alfonsina Fal

Antes Muertas ($2290)

Cést Fini

de Maria

La Leopolda ($1750)

La Leopolda ($1490)

Les Fauves

Mishka ($4360)

Tengo un amor profundo por el taco cuadrado, los abotinados, los moños y los colores tendencieros (habano, amarillo, naranja y metalizados). Ni idea si me compraré alguno de estos pares pero sí que voy a pasear por sus fotos una y otra vez. Es un buen ejercicio recrear la vista con objetos de deseo, ¿no creen?

Hablemos de zapatos: ¿qué próxima compra tienen en mente?

¡Buen jueves a puro sol! ☼

Compras y relax en Chile


Viajar sola es algo que nunca había experimentado. Siempre lo hice con alguien o tenía quién me recibiera en destino pero esta vez cumplí con ese deseo de larga data; esas ganas de pasar unos días conmigo misma, de no tener itinerarios y de disfrutar del silencio. Antes de decidirme por Santiago de Chile pensé en mil destinos pero todos parecían mejores en compañía de Diego y por ello opté por cruzar la Cordillera. Chile nos queda cerca, ambos lo conocemos y yo soy local allí: la escapada perfecta. Me fui el miércoles 3 de agosto y el domingo 7 por la tarde ya estaba de vuelta en los brazos del dueño de mi corazón; esos brazos que son más hogar que cualquier metro cuadrado.


¿Y qué hice durante casi 5 días sola? Caminé, fui a dos shoppings, vi una película en el cine rodeada de adolescentes ("Suicide Squad", no me gustó), me acosté temprano, dormí mejor que nunca, recorrí el Parque Araucano (por suerte los días tuvieron clima perfecto) y me desenchufé lo más que pude. Ya para el último día quería estar de vuelta en casa: extrañaba a Diego, a Mini y a mi rutina; pero el poder poner en pausa el ritmo cotidiano es algo que recomiendo ya que vale la pena compartir tiempo con nuestros pensamientos, sin prisa y sin compromisos.



Aunque este viaje no fue pensado para desatar mi pasión por las compras, claramente es algo que no pude evitar. Tanto tiempo libre con los shoppings a mi entera disposición... ¿podía ignorar eso? Dos veces estuve en el Costanera Center y una en el Parque Arauco. El primero quedaba a tres cuadras de mi hotel así que lo usé para recorrer tiendas, almorzar y hasta para hacerme las manos. Al segundo llegué en subte, previo paso por el Parque Araucano (un pulmón verde XL en el medio de la ciudad) y con almuerzo de sushi con Pisco Sour porque yo lo valgo ;)

Haciendo un repaso por las tiendas que visité vuelvo a afirmar que el local de H&M no merece que le dediquemos demasiado tiempo. Además de que estalla de gente, las prendas son de mala calidad y tampoco brillan por su originalidad. Los precios son convenientes, de eso no hay dudas, pero considero que es mejor invertir el dinero en otras marcas con mejor oferta. Zara es un buen ejemplo de ello y también mi perdición: la variedad es sublime y muchas de las prendas son las que se venden en Europa que acá no llegan (vi pantalones y camisas que en abril conocí en los percheros de Madrid).
Otra marca que conviene visitar es Mango. Sus jeans no tienen desperdicio: son cómodos, cancheros y están a buen precio. Los conocí en Bogotá y no los cambio por nada. Hablando de recomendados, en Ripley (una de las tres tiendas departamentales más grandes de Santiago) la propuesta de Cacharel y Trucco me encantó. Ambas marcas ofrecen prendas femeninas, de géneros nobles e ideales para el día a día laboral. 
Fuera del rubro indumentaria es obligatorio que se den una vuelta por Jumbo ya que dan ganas de traerse todo. Tanto los productos importados como los locales superan con creces a lo que solemos ver por acá. Destaco la variedad de sabores en yogurts y jugos, las marcas de té, los fiambres, las bebidas en general y hasta los snacks (yuca, platano frito, almendras ahumadas... una fiesta). 

Hablemos de precios y ropa. Si bien Zara y Mango manejan precios internacionales promedio, todo termina siendo un poco más barato que acá. Compré dos jeans, cada uno a 39990 pesos chilenos lo que equivale a menos de $900 argentinos. En Zara compré 4 pantalones de vestir: tres estampados y uno negro clásico con un precio promedio de $550. También me regalé un par de zapatos cuyo precio no alcanzaba los $450 (y eran de la nueva temporada).
Las cajas de té Twinings que acá se venden a $130 allá las conseguí a $45. Son detalles pero en la suma final representan una gran diferencia y si a eso le agregamos que la variedad supera con creces a lo que vemos en casa, entonces la escapada de compras es un gran acierto.

Algunas fotos ilustrando mis nuevas adquisiciones:

Pantalón de Zara

Pantuflas de Falabella a $135

Camisa de Zara y el infaltable Pisco

Camisa de Mango a $550

Té ♥

Jean de Mango

Otro pantalón de Zara

Jersey de Trucco a $830. Es lo más caro que compré pero me encantó y era de la nueva temporada.

Zapatos de Zara

También traje vinos, aros, artículos de decoración de CasaIdeas (cortina de baño, camino para la mesa, cubiertos de copetin, etc), golosinas y en el Free Shop de Argentina me compré tres perfumes (dos de ellos a mitad de precio). No fue una locura de compras porque pensé cada cosa desde dos lugares: si realmente lo necesitaba o si estaba enamorada. Teniendo en cuenta la primer consigna, todo lo que vi en H&M era más de lo mismo en mi placard así que preferí derivar el gasto hacia otras cosas.

En diciembre voy de nuevo y esta vez junto a Diego. Planeo conocer otros lugares ya que si bien era mi plan en este viaje, me di cuenta que estando sola es más divertido dormir hasta tarde y perder horas en el shopping sin que nadie se aburra.

¿Alguna de ustedes estuvo en Santiago o piensa ir?

Las leo durante este día soleado ☼

La tendencia de la "no tendencia"



"Esto se viene con TODO para el verano". Les presento a una de las frases que menos me gusta escuchar (la otra es el "¿todo bien?" cada vez que te encontrás con alguien. Al respecto les recomiendo esta publicidad de Melitas que no tiene desperdicio).

Lo que se viene con todo en unos meses, desaparece con todo en poco tiempo porque una nueva temporada se acerca y hay que correr a darle vuelta a la hoja de la moda local. Quizás esto suene a desencanto (algo de eso hay, lo admito) pero no me gusta ir detrás de la tendencia como si fuera la última tarea pendiente que tengo en este mundo. Cuando uno comienza a estudiar la nota al pie del mundo de la moda se da cuenta que, a fin de cuentas, todo se trata de un negocio y como tal su único objetivo es vender. 

Hombros al descubierto o escote Bardot. Lo vamos a ver en todas las revistas y blogs pero, ¿es apto para cualquiera?

Varios años atrás, cuando daba mis primeros pasos en la rutina #FashionBlogger, era una abanderada del "¡se usa!" y disfrutaba de hacerlo. Estar en sintonía con lo que claman las tendencias es también pertenecer a algo; sos moderna, sos canchera, sos osada... destacás. Esto último es un arma de doble filo porque, en ese afán de estar a la moda, incurrimos en muchos errores siendo el principal el no tener conciencia de nuestro cuerpo y ponernos toda la vidriera de nuestra marca favorita. Así aparece el corte de pantalón que nos sienta incómodo, los zapatos que no nos dejan caminar más de una cuadra o el saco que acorta demasiado la figura. 

Lluvia de pompones anticipa el pronóstico del verano argentino. La pregunta es ¿qué vamos a hacer con todos los pompones cuando en un año estén totalmente obsoletos?

Antes de irme a Chile alguien me dijo que aproveche para comprar las últimas tendencias, que de seguro allá estarían a la venta y a mejor precio. Claramente no hice eso y fui directo a comprar aquellas cosas que están en lo que para mí es el último grito de la moda: lo que me queda cómodo y lo que me gusta. Cuando hago referencia a la tendencia de la no tendencia la idea es hacer hincapié en un nuevo tipo de consumidor que elige sin dejarse bombardear por lo que lo rodea. Con esto no quiero decir que no podemos tentarnos con la novedad; pero lo principal es entender nuestras formas y considerar la rutina en la que estamos inmersas.

¿Alguien dijo mocasines metalizados? ¡Los quiero todos!

El mayor punto a favor que tienen las tendencias es que nos permiten descubrir formas, colores y combinaciones que nunca nos imaginamos. Así abrimos la cabeza para poder re-pensarnos desde otro estilo que se adapte a lo que objetivamente nos queda bien. Ir jugando con ello es algo maravilloso que tiene la moda; su aspecto lúdico nos enseña un poquito más sobre nosotros mismos. Eso sí: basta de decirnos "esto se re usa" o "tenés que tenerlo YA". A esta altura del partido, con redes sociales y globalización, somos capaces de escuchar el consejo pero tomar nuestra propia decisión.

Mi consejo es simple: si se usa el amarillo, te encanta como color, nunca se te hubiera ocurrido sumarlo a tus looks pero sabés que no te queda bien del todo, compralo en accesorios (carteras, zapatos). Los pompones te parecen divertidos y en gladiadoras se ven geniales pero sabés que tus piernas no se adaptan a esas tiras hasta la rodilla = buscá pompones en sandalias. 
No usemos aquello que no nos sienta y no compremos algo que nos consta que dejaremos de usarlo en unos meses. Y sé lo que les digo: pasé años consumiendo moda y tendencias de manera desenfrenada.

¿Qué opinan sobre esta mirada?, ¿a favor o en contra?
Nos leemos durante la jornada.

¡Buen día para todas! ☼