Re-conectada

Hace más de un mes estuve sufriendo con Internet, tanto en casa como con el 3G del celular. Por alguna extraña razón, los amigos de Fibertel decidieron que mi conexión tenía que ser tan lenta como en la época en que nos conectábamos por dial up y tardábamos 1 día en bajar una canción por Napster, ¿lo recuerdan? Si no son de la época sepan que el ejemplo se refiere a lo más lento que puede existir hoy en materia de conexión. Tardaba literalmente 10 minutos en cargar la web de un diario y más del triple para abrir Facebook. Aparentemente el problema era en la zona y luego de discutir con 4 personas distintas en Fibertel, tanto por teléfono como por Twitter, decidí darme de baja. Pero llevar a cabo esto no es tan simple como parece: además de tener que sufrir llamados de la empresa cuasi rogándome que me quede y ofreciéndome cualquier cosa menos la conexión que necesitaba (por ejemplo, la revista Miradas por 6 meses), el otro problema apareció cuando cambié de compañía. Llamé a Arnet y me recibieron con alfombra roja y una promo difícil de rechazar. Lo único que tenía que hacer era esperar a que el módem llegara a casa y conectarlo a la ficha de teléfono: "¡una pavada!", me dijo la vendedora. Lástima que OCA estaba en mi contra y cada vez que pasaba por casa lo hacía en horarios extraños donde nadie que trabaje puede estar: a las 15 y a las 16 horas. Para peor la primera vez se equivocaron de dirección y hubo que cancelar todo el pedido para darlo de alta de nuevo. Mientras tanto, casi que teníamos que pasar por desfibrilador a nuestros dispositivos con el fin de que carguen algo, al menos los mails. 

La historia tiene su punto álgido cuando OCA decide mandar el módem no a la sucursal más cercana a casa (lo lógico, no?) sino directo a su sucursal de paquetería ubicada en el barrio de Barracas, en una zona de díficl acceso teniendo en cuenta que vivo en la otra punta. Finalmente ayer fui hasta allá, esperé una hora y media y me traje el bendito módem a casa. Diego se encargó de instalar todo y casi que saltábamos de la alegría al poder cargar un video de You Tube.

¿Y qué pasa con el celular? Tengo la teoría de que estos aparatos vienen con un timer que en determinado momento de su vida útil, reciben la señal de que tienen que empezar a andar mal. Así pasó con el mío que defectos no tenía ninguno y ni pensaba cambiarlo; pero cuando al escribir salían otras letras menos las que ponía, o se abrían las páginas solas, o se reseteaba automáticamente, ahí entendí que precisaba de un cambio. Con todo este tema de Internet en casa aprovechaba el 3G del celular que, mágicamente, dejó de funcionar bien pasando a "sólo emergencia" a cada rato. Imaginen mi humor... ¡fatal!

Cuando uno está acostumbrado a la vida online, no es fácil que las jornadas pasen sin hacer uso de las redes sociales o de la web. Quizás me pueden decir que esto sirvió para que conecte con otras cosas de mi vida pero muchas veces mi momento de relax transcurre viendo una película o serie en Netflix, escuchando música en Spotify o viendo un recital en You Tube. 

La historia completa se termina ayer con el cambio del celular por uno de esos que tienen de todo y que prometen estar online aún cuando están apagados (bueno, tanto no pero vale la exageración como ejemplo). Aún me resta cambiarle el chip por uno nano pero ya estoy encaminada en la mejora de mis conexiones. Como reza el título del post, hoy estoy re-conectada.

Este relato sirve de excusa por no subir post ayer y por demorar en subir otros. De ahora en más espero que todo vaya cuesta arriba.

Mañana habrá post focalizado en la moda y cierro el de hoy con el resultado del sorteo por el por de mocasines de Ape Shoes. La ganadora es...

¡Felicitaciones, Florencia! Tus pisadas pronto se renovarán con los mocasines de Ape Shoes. En un ratito te escribo para indicarte cómo retirar el premio,

Gracias por haber participado y espero pronto tengamos otro sorteo para que ustedes se renueven.
¡Hasta mañana!