Tan Domingo

Durante el fin de semana es el domingo el día que reservo para mí. El viernes a la noche quizás invita a una salida con amigos, solos con Diego o simplemente a pedir comida. Para el sábado, en cambio, trato de reunir momentos varios que impliquen salir de casa como ir al super, visitar a mi Mamá, ir a la peluquería y a veces buscar algún auto-regalo por ahí. Pero la llegada del domingo trae consigo un día en el que la premisa es el descanso y las actividades espontáneas: nada de planes ni agendas recargadas. El domingo es la antesala al comienzo de la semana y la idea principal es transitarlo en slow motion. Por redes sociales suelo usar el hashtag #TanDomingo para ejemplificar momentos propios del día y mientras hacía eso ayer pensaba en ustedes. 

"¿Cómo será el domingo de cada una de las personas que lee mi blog?, "¿a qué le suelen dedicar más horas en este día?". A partir de esos pensamientos se me ocurrió el post de hoy donde, a través de algunas fotos, les mostraré momentos típicos de mi domingo con la intención de incentivarlos a que hagan lo mismo conmigo y me envíen una foto o un collage con recortes del último día del fin de semana. ¿Se animan? Ya hemos hecho cosas similares así que sólo tienen que escribirme a aninka@gmail.com y adjuntar foto y breve texto. 

Para que no los invada la timidez, doy el puntapié inicial y les presento mi #TanDomingo:

Desayuno, diarios y revistas. A partir de las 11 de la mañana o quizás un poco más tarde (nada como ignorar al despertador, ¿no creen?).

Tiempo de sobra para actualizar mis acciones en el único juego que tengo en el celular.

Planificación de la semana: posteos en el blog, para Disney Babble y organizar mis compromisos.

El placer total de cambiar sábanas y dejar los almohadones ordenados. ¿La foto de al lado? El paso de Diego por la cama haciendo caso omiso de mi prolijidad. 

Si el clima lo permite salen varios lavados de ropa. Un clásico es poner todo en el tender y que Mini se instale a dormir arriba.

Música, siempre música. En este hogar no pasa un día en el que no se musicalice algún momento de la jornada. Tenemos un amplio espectro musical así que la elección es casi al azar.

Vaya para donde vaya, la adorable Mini me acompaña (llena del polvillo que cae de un árbol) y hace proezas varias como frotarse en mis piernas, saltar de un lado al otro o estirarse buscando mimos ♥

¿Y la ropa? Difícil que dejé pasar un rato de hacer orden y preguntarme dónde puedo seguir poniendo zapatos.

El domingo suele ser el día en el que abro la heladera y noto la ausencia de varias cosas. Por ahora, sólo falta leche.

Con tanta actividad matinal el almuerzo suele arrancar a las 16 horas. A veces en casa (los fideos son favoritos), a veces afuera como ayer. Recomendadísimo el brunch de Tea Connection: 4 variedades para elegir (yo fui por el omelette con espinaca) a $130.

Desde ya que es el día ideal para sumar fotos para Disney Babble y de paso reír y protestar casi al mismo tiempo.

La vuelta al hogar suele ser cerca de las 19 horas mientras vamos charlando sobre lo rápido que se pasó el fin de semana y que el lunes ya está a la vuelta de la esquina.

Al guardar el auto suele aparece la bella Cata con un ronroneo que le compite a cualquier motor y la cara más hermosa del barrio (después de Mini, claro está).

La jornada termina cenando liviano, viendo alguna película en la tele (anoche enganchamos la última Duro de Matar que era malísima) o tomando una copa de vino, música mediante.

Hoy que ya es lunes me encuentro esperando la llegada del viernes pero luego de un buen fin de semana tengo pilas de sobra para encarar los 5 días laborales que hay por delante.

¿Y ustedes? Espero sus fotos o collages para conocer un pedacito de sus domingos :D

¡Buen lunes a todos! ☼