Manifesto: una fragancia y una forma de encarar la vida.

Las pongo en situación.

Estaba en el Free Shop de Ezeiza sin ningún plan de compra y mucho menos en búsqueda de perfumes. No porque no me gustan sino porque tengo demasiados. De repente, en ese andar despreocupado, me encuentro con una notoria instalación en la mitad del salón de perfumería que estaba adornada por frascos que parecían joyas y que llevaba el nombre de Yves Saint Laurent de la mano de la imagen de la bella Jessica Chastain. 

Juntar dorado con YSL es un combo irresistible para mi así que me acerqué a sentir esta nueva fragancia y, claro está, quedé más que enamorada: hipnotizada. No lo dudé y puse el envase de 90 ml. en mi canastita. Mientras me acercaba a la caja sentía el perfume en mi muñeca y seguía flotando en ese aroma tan enigmático y femenino. No alcancé a sacar la tarjeta de mi billetera cuando Mr. Tie, cual Pepe Grillo, se me apareció por delante y me dijo: "¿te parece llevar un perfume? ¡Tenés tantos! Seguro ni te acordás de todos los que tenés". Tenía toda la razón y aunque intenté persuadirlo al hacerle probar la fragancia ("¿no te parece exquisito este perfume? ¡Quedé cautivada!"), la voz de la conciencia siguió imponiéndose y así fue como me fui del Free Shop sin mi nuevo favorito, Manifesto.

Las sorpresas de la vida son geniales y a los pocos días de haber vuelto de Chile, encuentro que los amigos de L'Oréal pasaron por mi oficina para dejarme de regalo la versión de 90 ml. de Manifesto. 

Mi alegría fue total.

Fotos de Instagram del día que recibí el perfume y el martes pasado cuando lo llevaba dentro del modelo Aninka by Lazaro.

¿Por qué le hago tanta fiesta a un perfume? Simplemente porque los perfumes hablan, como muchas otras cosas, de la imagen que queremos dar y de lo que pretendemos transmitir; potencian nuestra personalidad y afianzan las características que nos suelen destacar. En mi caso, es una sutil combinación de audacia, femenidad, seducción y diversión. Claro que todo esto no lo puedo demostrar a diario porque la rutina muchas veces hace estragos y, por ejemplo, en un día gris como hoy en el que me puse prendas básicas para huirle a la lluvia y mi pelo se puso de novio con la humedad, la seducción y la audacia se mandaron a mudar. Pero, como siempre hago, cargo en mi cartera aquel complemento que logra que a pesar de todo esto, nunca me olvide de aquello que me caracteriza. Un poco de Manifesto en mi cuello y muñecas y me siento renovada. Es una gran alegría encontrar aquel perfume que tan bien nos sienta, ¿no les parece?

El manifiesto de Manifesto. Imposible no sentirse identificada.

Pensado como el perfume de la independencia, para mujeres que inventan su vida a cada instante y que son atrevidas sin medida y hasta el límite de sus contradicciones, Manifesto le rinde homenaje a la osadía femenina de la que Yves Saint Laurent hace gala desde sus comienzos.

El frasco que simula una sofisticada silueta femenina con cintura marcada en forma de joya, está compuesto por una fragancia que mezcla corolas blancas, jazmín, lirio de los valles, grosella negra, cedro, sándalo, vainilla y haba tonka. Esta combinación resulta en un aroma embriagador y seductor del cual quedamos seducidas al momento de sentirlo.

Si gustan de las fragancias con personalidad, sin duda Manifesto es para ustedes. Viene en tres presentaciones: 30 ml. ($375), 50 ml. ($560) y 90 ml. ($680).

¿Conocen la fragancia?, ¿tienen alguna otra favorita de YSL?

¿Qué opinan del manifiesto de Manifesto?, ¿se identifican? Particularmente me veo reflejada en la idea de desafiar al aburrimiento y siempre estar en constante cambio y movimiento.

Mañana nos encontramos para despedir a la semana. Los dejo con el spot publicitario del perfume.

¡Feliz resto de jornada!