Productos de belleza que compré y nunca entendí

Las compras y yo tenemos una extraña relación. Nos necesitamos constantemente pero, como todo impulso nacido del deseo, se nos acaba la pasión una y otra vez, y de ahí de nuevo a la necesidad de unirnos. Muchas veces al momento de comprar, me he dejado llevar por otros factores además de los propios: la opinión del vendedor, los consejos de amigos, la marca en sí, su packaging y la misma idea de comprar. Evidentemente no todo lo que se ha hecho mío me ha dejado feliz pero algo tengo a favor: no suelo arrepentirme de las compras (ni siquiera con las locas botas chinas que hicieron las delicias de sus comentarios -recordar acá-). 

En esta oportunidad quiero mostrarles tres productos beauty que no entendí. Cumplí con la consigna de cada uno aunque nunca noté de qué se trataban. 

Se ve divino, no? Todo lo que lleva la firma Dior me empalaga desde el envase y es difícil decirle "no" a alguno de sus productos. Su nombre es Diorskin Crystal Nude y en la web oficial de la marca se lo conoce como Toque Perfector Transparente. Su función es la de unificar el brillo de la piel librándola de imperfecciones y grasitud para que se vea tersa. Viene acompañado de una esponjita con un lado aterciopelado y otro de silicona, según cuando usemos el producto (antes del maquillaje o después).

Lo empecé a usar y me gustó pero luego noté que mi piel se sentía grasosa, como resbaladiza, y eso no me gustaba. Para peor, con el producto cerca de su fin se hace difícil que la esponja se impregne del mismo y termino pasándomela medio seca. Eso me molesta.

Desde ya que no lo vuelvo a comprar: no sé si no lo entendí o si simplemente este amor duró poco.

Lancôme es una marca que no deja de darme alegrías. La calidad de sus productos es indiscutible y ese sello chic atemporal me hace elegirla constantemente. Habiendo leído información sobre este producto y con la opinión de una experta en una charla que organizó la marca, me decidí a comprar La Base Dewy Glow, un spray que garantiza sensación instantánea de frescura con aroma a lavanda y más luminosidad sobre el rostro. Se puede usar con la piel desnuda o con maquillaje, y en cualquier momento de la jornada.

El primer problema que tuve es que cuando llegué a casa con mi compra, el aplicador no funcionaba. Intenté con todos los dedos de la mano y cero, no salía nada. Al día siguiente fuí a a La Maison y gentilmente me lo cambiaron por otro. Ávida de sentir esa frescura y luminosidad en la piel, me rocié el producto en la oficina y la primer decepción fue el aroma: para mi no es lavanda. Es raro y fuerte a la vez, no sé cómo explicarlo mejor. Luego, no noté brillo extra y para cerrar con broche de oro la experiencia, hace unos días el aplicador volvió a fallar.

Otro producto que tacho de mi lista :(

El caso de este delineador de Givenchy es distinto: lo entiendo pero no sé usarlo. Con ganas de tener un super delineado cat eye en mis ojos, fuí por esta versión líquida. Es muy importante que si su pulso les falla un poco no compren un delineador de estas características. Cuesta mucho mantener la línea (el pincel es finiiiiito) y si te sale bien un ojo, por alguna razón astrológica el otro se chifla para cualquier lado. La primera vez que lo usé (la primera de pocas) me tuve que demaquillar tres veces porque el segundo ojo siempre me quedaba mal.

En el post sobre MAC ustedes me sugirieron el delineador en gel... voy por el.

En este post vimos chascos beauty pero en próximos veremos las fallas en indumentaria: calzas que pierden elástico o se deshilachan, remeras que pierden forma con el primer lavado y prendas que olvidan su color con el simple roce del cuerpo.

Ayer leí el post de MissSoundPie en el que contaba qué productos no volvería a comprar (se los recomiendo: click acá) y les pregunto: ¿cuáles fueron sus decepciones beauty? Nutramos a este post de comments así no pasamos por malas experiencias ni despilfarramos dinero en compras con destino infeliz.

Mañana llega el viernes, ¿no es el mejor día de la semana? Y con lunes feriado no se puede pedir más... ¡alegría!