Desde las alturas

Ayer estuve en la reinaguración del local de Lucila Iotti, en Palermo (Malabia 2212). La referencia que tenía de la marca venía de la historia familiar de la clásica zapatería Liotti que vestía los pies de mi Mamá allá por los primeros años de la década del '90.

Al llegar al pequeño local de Lucila, noté que no hacía falta más espacio para apreciar los modelos que allí se exhibían. Era como un mini museo de zapatos de autor con una originalidad increíble.

Estos que acaban de ver son los que mis pies disfrutarían sin ningún problema. Ahora bien, los que vienen a continuación me parecen una belleza pero el taco... ¡OMG!

La encantadora Lorena Pérez, una de las bloggers que también fue de la partida anoche, me decía que el taco no me tenía que asustar ya que estos zapatos eran hechos a mano, y cumplían con plataforma interna y buen soporte como para que no anduviéramos por la calle pisando huevo.

Pero yo soy un tanto escéptica cuando de altura en mis pies se trata y no me animo a la experiencia de los high heels.

La incorporación de las botas con plataforma de madera (primas cercanas de los zuecos veraniegos) me permitió ponerle un poco de taco a mi vida aunque me pregunto, ¿tendría que probar el taco alto? ¿Es cosa de costumbre?

Reflexionando sobre esto se me vino a la cabeza el artículo de Virginia Blanco en el 2º número de Harper's Bazaar. El título -oportunamente- es "Peligro, tacos" y allí el tema en cuestión es si estamos dispuestos a soportar "tacos de vértigo y plataformas rígidas". Cierto es que caminar desde las alturas estiliza la figura y contribuye a un buen porte pero también colabora a dolores en la espalda y a problemas en los pies. La clave, según el artículo, es ir alternando en el uso de los tacos y pasar de altos a bajos constantemente para que el pie descanse en aquellos momentos en que tenemos un día a pura caminata.

Así como Lorena daba fé que los tacos de Lucila Iotti son cómodos, ¿ustedes tienen su marca preferida? ¿Gustan de usar tacos altos? Por mi parte casi no los uso y de hacerlo, es en ocasiones en las que sé que voy y vuelvo en auto y que no tengo que caminar mucho. Cuando era adolescente me subía a las alturas sin ningún problema pero un dolor en la espalda devino en una desviación de vértebra y fueron los tacos o un clavo en la columna. Evidentemente fuí por la primera opción.

No sé qué planes tendrán para este fin de semana largo pero mi propuesta es que descansen, salgan con amigos, brinden con una copa de vino con sus amores y disfruten del Día del Padre.

El lunes no habrá post así que nos estamos leyendo el martes con la entrevista que les quedé debiendo esta semana. Como adelanto les digo que será sumamente vintage ;)

¡Hasta el martes!