Es notoriamente sabido que estos días se prestan con creces a los balances y al análisis de nuestros logros y fracasos a lo largo del año que está terminando, así como nuestras proyecciones para los días que están por arrancar. No pensaba hacerlo pero me dieron ganas de compartir con ustedes dos alegrías de este 2010: el blog y la mudanza. Si bien han sido testigos de ambas, me brotan algunas palabras al respecto.
En junio arranqué con el blog y en el combiné mi gusto por la escritura junto con la moda, las compras y todo aquello que anda dando vueltas por el vasto universo femenino. Hoy, a fines de diciembre, confieso que estoy FELIZ con todo lo que este espacio me ha dado pero principalmente por haberme encontrado con personas tan agradables y afines del otro lado del monitor. Espero con ansias que esta amistad siga creciendo y que desmistifiquemos la idea de que hoy las amistades que empiezan en la virtualidad siguen ahí. ¿Se suman?
En octubre me mudé con Diego y cumplí uno de mis sueños románticos por excelencia: compartir el desayuno y la cena de lunes a domingo. Suena medio goma, no? Lo que pasa es que el amor es fundamentalmente un compartir, un mutuo deseo de que el otro sea parte de hasta los más mínimos detalles de nuestra vida y en esos detalles lo simple es lo que vale. Rozar los pies a mitad de la noche, despertar envuelta en su abrazo, escuchar un "te amo" o un "¡que linda sos!" en el momento más ordinario de nuestra rutina cotidiana... cenar a media luz con parte de la casa en obra pero con una sonrisa eterna, esa que dice sin palabras que esta elección es para siempre y que anida en mi corazón. Sin ninguna duda, una feliz convivencia.
Han pasado más cosas (¡miles!). Amigos que dejaron de serlo, nuevas personas con las que he compartido risas y buenos momentos. El trabajo de siempre con un ascenso de por medio, el tibio impulso por darle un camino a mi carrera, la enérgica alegría de estudiar de nuevo el próximo año. El constante y tierno hombro de mi mamá, el recuerdo indeleble de mi papá.
Villa General Belgrano y Cariló. ¿Destinos internacionales en el corto plazo?
Pilates, gimnasio y la compañera pachorra. Y compras, muchas compras, como debe ser ;)
En definitiva, un año entero que está terminando.
Deseo profundamente que le den fuerza a los proyectos que tienen para el próximo año; que concreten viajes postergados, encuentros con amigos que no ven hace mucho y declaraciones de amor a quienes son dueños de su corazón. Para todo ello no esperen más: la vida trata de jugarse y principalmente de expresar nuestros sentimientos y desarrollar nuestros sueños.
Con una copa virtual en mano, les dejo un abrazo y que tengan un hermoso comienzo de 2011.
¡Feliz Año Nuevo!